El Paraíso .

Durante mi infancia y adolescencia tuve que tener bastantes conversaciones con mi padre a solas en el salón de mi casa .

En esas conversaciones normalmente, tenía que agachar la cabeza porque corría peligro de bofetón ( Si. Mi padre me dió alguno suelto que otro y si yo hubiera tenido una hija como yo, hubiera hecho lo mismo)

Las conversaciones solían ser por llamadas del colegio .

Me expulsaron por no creer en el infierno y lo peor no era eso ( porque no creía ni el cura que nos daba clase) sino que era muy grave decirlo en alto y casi convencer a todas las niñas .

Pero también eran por decir tacos , por hacer novillos ,por irme a Galicia "a dedo" , por suspender matemáticas , por montar en la moto de alguien ,por llegar por la mañana cuando me esperaban a cenar y pedir a mis hermanos que eran mis fans , que me ayudaran y más tarde por ser de izquierdas .

Al final pasé tanto tiempo a solas con mi padre discutiendo ,que nos hicimos amiguísimos .

Luego enfermó de cáncer .

Y la enfermedad nos regaló una nueva relación.

Fuimos cómplices .

Hasta el final .

 

 

En el salón de mi casa , en una mesa , había libros grandes de pintura , y encima de todos estaba el de Gauguin .

 

 

Miraba siempre la portada cuando mi padre me daba sus charlas y yo me olvidaba de lo que estaba oyendo (siempre he tenido la capacidad de volar por dentro) y miraba esas imágenes de Tahití y de sus mujeres maories y admiraba a ese pintor que fué capaz de irse tan lejos a cumplir un sueño .

A vivir en su Paraíso .

Y pensaba , algún día lo harė , cuando gane un poco de dinero .......irme lejísimos , vivir una vida en un lugar exotico ,viajando ,pintando o escribiendo, era mi sueño.

 

Hoy he pasado por el Museo Thyssen y he visto que hay una exposición de Gauguin.

 

 

 

Y he recordado a mi padre y mis sueños .

Y me he dado cuenta que los he cumplido.

Porque el Paraíso resulta que no es un lugar .

 

 

 

 

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